Por primera vez en mucho tiempo vi un video que me hizo dar miedo. Es del nuevo canal libertario “Carajo”, que dicho sea de paso ya tiene más de 54 mil suscriptores. Alex Caniggia, hijo del jugador el “Pájaro” Caniggia y de Mariana Nannis, figura y pareja icónica de los 90, conduce “Toda”, un programa que en su trailer asesina a una mujer tomando de referencia una escena de Scary Movie.
En realidad es una parodia de una parodia y no la asesina sino que le pincha una prótesis, pero cuando está por dar el cuchillazo final aparece Caniggia diciendo “toda” con un gesto muy claro de: en la boca. Me traumé por lo menos por dos años porque las imágenes son burdas, muy salidas de peli de ciencia ficción y consiguen exactamente lo que buscan en una espectadora como yo: reacción (espanto) y acción (publicidad gratuita). Touché para Caniggia.
Atravesamos momentos de un delirio insólito y no puedo creer que todavía nos sigan sorprendiendo cosas, aunque agradezco que así sea. El día en el que ya nada nos llame la atención presiento un poco el final. Por ahora, ahí está el mundo que sucede y nos regala una lectura rica antropológicamente: ¿ganaron los chabones?
El consentimiento quedó afuera de esta realidad mileista y no interesa ser respetuoso con las formas. Hoy hasta los más compañeros para festejar se agarran la poronga en el primetime y gritan “tomen putos”. Sabemos que utilizar el abuso sexual como una herramienta más de dominación se justificó siempre en el arte de la guerra pero acá hay uso y abuso de este recurso y no se entiende bien si es por una frustración masculina colectiva o la gran venganza de los cancelados.
Spoiler alert: a nadie le importa si fajás a tu mujer.
Esta semana Villa, condenado por violencia de género y acusado por abuso, fue contratado para jugar en Independiente Rivadavia y en el tuit, el club, lo recibe con bombos y platillos. “Bienvenido, caudillo”.
Parece que la última década sirvió para darles datita a los chabones de todo lo que no está bueno que sean y que lo sean más y más fuerte. No hay hoy ningún tipo de límite y todo parece estar guionado por algún dolido que vuelve para vengarse de esa minita que nunca le dio bola.
También se movió mucho la noticia del periodista Pedro Brieger y el abuso y acosos a más de 19 mujeres. Leí un tuit al respecto que me hizo dar cuenta de algo y es aque los tipos no la entendieron ni por casualidad.
“Brieger habrá querido coger o es un enfermo que quería mostrar la chota por ahí?”, se pregunta inocente un muchacho y ahí comprendo que realmente los varones están muy perdidos. Tener reales ganas de coger parece que justifica un abuso o dos o diecinueve.
Fueron muchos años de un debate feminista en casi todos los frentes pero acá, en el corazón de la cuestión de la violencia, en la fibra más íntima de la sexualidad, la cosa sigue siendo más o menos igual. Si tenés ganas de coger y sos un tipazo, esas ganas se resuelven de la forma que sea y eso está bien porque eso es lo que haría cualquier tipazo con ganas de coger.
El martes fui al teatro a ver “Prima facie”, obra que protagoniza Julieta Zilberberg. Es sobre una abogada penalista que defiende posibles abusadores sexuales, la obra está buena y ella es un animal que la rompe en el escenario. Al final y con los ojos explotados de lágrimas Julieta grita que nada puede seguir así y que la justicia tiene que cambiar para poder sanarnos.
La gente aplaude de pie porque la obra es honesta y plantea como un abuso sexual te rompe estructuras y te deja rota. Es un trauma, un acontecimiento injusto y naturalizado que le pasa a una de cada tres mujeres y es un número que hasta ahora nadie pudo reducir.
Existe un debate dentro de los movimientos feministas sobre el “ser víctima”, qué tipo de víctima sos y por qué siempre el sinónimo de víctima es la vulnerabilidad. ¿No sería mejor empoderarse que romperse ante un acto de terceros que no podés ni pudiste evitar? La verdad es que sí y que hay mucho para decir al respecto, el tema es que hoy nadie está listo para esa conversación.
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La resistencia de los miserables.
Algunas cosas me se ocurren... 1. No tendríamos que haber salido a decapitar pollas con el feminismo en auge para vengamos de los violines? 2. El fútbol y los acosadores... maltratadores que por saber jugar a la pelotita están avalados socialmente. El dibu sigue siendo un ídolo aunque se puso la copa del mundo en el pitó y la revoleo y tb gozaba al equipo contrario con el gesto de "te cojo". Volvieron en la calle a habilitarse "los piropos"... q decir. El morbo tb como moneda de intercambio.